martes, 31 de mayo de 2011

MAD MEN - El drama hecho perfección


“Mad Men” es sin duda la mejor serie que sigo actualmente. Bajo un halo de aparente calma y tranquilidad, los acontecimientos se suceden ante los ojos del espectador sin que parezca que pase nada realmente fuerte o impactante, pero todos los capítulos tienen el poder de dejarme con un sabor de boca extraño y es que para todos se reservan una imagen o frase final que me desarma.

Haber acabado hoy la tercera temporada me anima a escribir esta entrada, ya que encima “Mad Men” no es la típica serie que tiene una excelente primera temporada y después se desinfla. ¡No! “Mad Men”, mejora capítulo a capítulo y temporada a temporada, superando lo que parece insuperable y envolviéndonos en unas tramas nada obvias y muy bien desarrolladas.

¿Qué me enamora de esta serie? TODO. La estética años 60, el mundo de la publicidad, el protagonista (el grandísimo Don Draper), Betty Draper (la mujer de Don, el personaje más gris de todos), las tramas, los personajes… No en vano, “Mad Men” es una joya de la televisión actual.

Pues bien, esta temporada 3 viene marcada por grandes acontecimientos y muchos cambios, y los últimos capítulos son simplemente magníficos. No me puedo quitar de la cabeza cómo acaba el episodio 11, cuando los hijos de Don y Betty por “Halloween” van a pedir caramelos disfrazados y un hombre les dice: “¿Qué tenemos aquí? ¿Una gitana y un vagabundo?” Es entonces cuando el hombre repara en Betty y Don y les dice:
“¿Y vosotros qué sois?”. Ambos miran fijamente al hombre, totalmente desarmados: ellos son la viva imagen de una gitana y un vagabundo. Simplemente magnífico, la mejor frase que ha salido de la boca de ningún personaje en esta serie.

Para empezar me gustaría hablar de la relación de Don y Betty. Ambos han tenido sus más y sus menos en el matrimonio, de hecho durante la segunda temporada Don ha dormido fuera de casa durante un tiempo porque las cosas no iban bien, pero es en la tercera temporada cuando parece que esto ya no tiene solución, ni siquiera tener un nuevo hijo parece unirles.


Don es un mujeriego, siempre lo ha sido y siempre lo seguirá siendo Aunque ame y respete a su esposa y a su familia, la seguirá engañando, la gente no cambia tan fácilmente por nada y menos por nadie. Aunque Betty no se queda atrás, ya ha demostrado que puede echar una cana al aire y acostarse con un desconocido que se encuentra en un bar y en esta temporada ha ido mucho más allá, enganchándose de un hombre que consigue que ella tome la decisión de abandonar a Don.

Aunque los divorcios no son algo fácil en los años 60, Betty va a luchar para conseguirlo y seguramente tengamos una temporada cuatro en la que ambos harán sus vidas por separado y creo que los hijos tomarán un papel muy importante. De hecho, Sally ya ha demostrado en esta temporada que tiene su carácter y sus opiniones. No sé de dónde han sacado a una niña tan maravillosa, pero tiene un talento para la interpretación que ya quisieran otros.


Don Draper lleva a cuestas un gran secreto, el secreto que marca su vida y que marca quién es. Los espectadores vamos descubriéndolo poco a poco con él, pero nadie es partícipe de esta farsa de vida en la serie. Hasta que en esta temporada Betty decide abrir el cajón prohibido (siempre funcionan muy bien este tipo de cosas en las series) y se entera de todo. Aquí comienza la verdadera crisis: no sé con quién estoy casada, toda mi vida me has estado contado mentiras.

Betty es un personaje que me apasiona, debo reconocerlo. Me desconcierta. No sé si es caprichosa o es madura, de hecho no soy capaz de decir si es una buena persona, pero sí puedo decir que me tiene completamente enamorado. Tiene esa mirada que desarma, tiene ese carácter que desestabiliza, tiene lo que hay que tener, vamos.


Sin embargo Don Draper es mucho más claro, sí podría decir que es una buena persona, pese a que engañe a su mujer, sea despiadado en su trabajo, los guionistas han conseguido lograr un muy buen personaje con el que nos podemos identificar y al que queremos incondicionalmente, lo ha pasado mal y está pagando por todos sus errores, pobre hombre.


Peggy Olson, es sin duda otro claro ejemplo de personaje gris. La secretaria ascendida a ejecutiva de cuentas, que parece no tener corazón en muchas ocasiones. Ha pasado de ser una don nadie a ser respetada como mujer y como profesional. No debemos olvidar que Peggy ha tenido un hijo y lo ha entregado en adopción. Me sucede lo mismo que con Betty, no sé si es buena persona, pero me ha enamorado.


Y la guinda del pastel en cuanto a excelentes personajes femeninos en “Mad Men” lo pone la jefa de secretarias Joan Holloway. Es explosiva, con mil armas de mujer y es extremadamente eficaz en su trabajo. Desde el minuto cero te seduce y te lleva a su terreno. Ha tenido una relación clandestina con su jefe y ahora está casada con un aspirante a cirujano que espero nos tenga muchas sorpresas guardadas. Porque ya ha demostrado en alguna ocasión que tiene la mano y la lengua demasiado suelta hacia su esposa.


Pero no sólo las relaciones personales parecen romperse en esta etapa. Si no que la estabilidad laboral de la que hasta ahora gozaban todos se desmorona. Deciden comenzar de cero montando una nueva empresa y robar las cuentas que hasta ahora llevaban. No sé hacia donde nos puede llevar esta nueva trama, pero ya tengo en mi cabeza la imagen de que va a ser algo grande y que nos haga remover, al estilo “Mad Men”.

En definitiva, si alguien me preguntase qué es para mí la perfección en la ficción televisiva, diría sin dudar: “Mad Men”. Es drama, es emoción, es corazón, es pasión. Es sin duda, lo mejor. Inmediatamente me pongo a ver la cuarta temporada y espero con ganas el estreno de la quinta, porque si la calidad se mantiene a estos niveles, auguro que voy a disfrutar y emocionarme mucho, quizás demasiado.

3 comentarios:

  1. Comparto por completo tu opinión!! ;) Sobre todo la sensación tan rara que sientes al verla. Parece que no ocurre nada dentro de su aparente tranquilidad, pero al mismo tiempo al finalizar cada capítulo sientes que has visto una gran historia. Deseando que estrenen la quinta temporada.

    María.

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  2. Totalmente de acuerdo! Me vi las cuatro temporadas en poco más de una semana. ¡Es increíble! Cada frase, cada personaje, cada plano... todo es significado. Concreta, coherente, perfectamente cohesionada, apasionante y con un gancho del mejor clasicismo actual!
    Sin duda, la personaje estrella es Joan H. Me encuentro totalmente encandilada por su mirada, su movimiento de caderas, su entereza, su perspicacia, su inteligencia...
    Un momento para mí: Joan y Peggy en el ascensor cuando P. acaba de "defender" a J. (creo que ocurre en la cuarta). Te entra un conflicto moral apabullante!
    Menos mal que estaremos rodeados de Whisky y puros durante más temporadas, porque realmente necesito fumar y beber.
    PD. Y flipo con el tema publicitario, las ideas, los productos, los problemas, la competencia entre compañías... fascinante!

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  3. Me encanta esta serie,e staba esperando ansiosa Mad Men 6 por el cambio de años 60 a los 70, sin duda es una serie dramática muy buena que sabe entretejer situaciones e historias.

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