martes, 31 de mayo de 2011

MAD MEN - El drama hecho perfección


“Mad Men” es sin duda la mejor serie que sigo actualmente. Bajo un halo de aparente calma y tranquilidad, los acontecimientos se suceden ante los ojos del espectador sin que parezca que pase nada realmente fuerte o impactante, pero todos los capítulos tienen el poder de dejarme con un sabor de boca extraño y es que para todos se reservan una imagen o frase final que me desarma.

Haber acabado hoy la tercera temporada me anima a escribir esta entrada, ya que encima “Mad Men” no es la típica serie que tiene una excelente primera temporada y después se desinfla. ¡No! “Mad Men”, mejora capítulo a capítulo y temporada a temporada, superando lo que parece insuperable y envolviéndonos en unas tramas nada obvias y muy bien desarrolladas.

¿Qué me enamora de esta serie? TODO. La estética años 60, el mundo de la publicidad, el protagonista (el grandísimo Don Draper), Betty Draper (la mujer de Don, el personaje más gris de todos), las tramas, los personajes… No en vano, “Mad Men” es una joya de la televisión actual.

Pues bien, esta temporada 3 viene marcada por grandes acontecimientos y muchos cambios, y los últimos capítulos son simplemente magníficos. No me puedo quitar de la cabeza cómo acaba el episodio 11, cuando los hijos de Don y Betty por “Halloween” van a pedir caramelos disfrazados y un hombre les dice: “¿Qué tenemos aquí? ¿Una gitana y un vagabundo?” Es entonces cuando el hombre repara en Betty y Don y les dice:
“¿Y vosotros qué sois?”. Ambos miran fijamente al hombre, totalmente desarmados: ellos son la viva imagen de una gitana y un vagabundo. Simplemente magnífico, la mejor frase que ha salido de la boca de ningún personaje en esta serie.

Para empezar me gustaría hablar de la relación de Don y Betty. Ambos han tenido sus más y sus menos en el matrimonio, de hecho durante la segunda temporada Don ha dormido fuera de casa durante un tiempo porque las cosas no iban bien, pero es en la tercera temporada cuando parece que esto ya no tiene solución, ni siquiera tener un nuevo hijo parece unirles.


Don es un mujeriego, siempre lo ha sido y siempre lo seguirá siendo Aunque ame y respete a su esposa y a su familia, la seguirá engañando, la gente no cambia tan fácilmente por nada y menos por nadie. Aunque Betty no se queda atrás, ya ha demostrado que puede echar una cana al aire y acostarse con un desconocido que se encuentra en un bar y en esta temporada ha ido mucho más allá, enganchándose de un hombre que consigue que ella tome la decisión de abandonar a Don.

Aunque los divorcios no son algo fácil en los años 60, Betty va a luchar para conseguirlo y seguramente tengamos una temporada cuatro en la que ambos harán sus vidas por separado y creo que los hijos tomarán un papel muy importante. De hecho, Sally ya ha demostrado en esta temporada que tiene su carácter y sus opiniones. No sé de dónde han sacado a una niña tan maravillosa, pero tiene un talento para la interpretación que ya quisieran otros.


Don Draper lleva a cuestas un gran secreto, el secreto que marca su vida y que marca quién es. Los espectadores vamos descubriéndolo poco a poco con él, pero nadie es partícipe de esta farsa de vida en la serie. Hasta que en esta temporada Betty decide abrir el cajón prohibido (siempre funcionan muy bien este tipo de cosas en las series) y se entera de todo. Aquí comienza la verdadera crisis: no sé con quién estoy casada, toda mi vida me has estado contado mentiras.

Betty es un personaje que me apasiona, debo reconocerlo. Me desconcierta. No sé si es caprichosa o es madura, de hecho no soy capaz de decir si es una buena persona, pero sí puedo decir que me tiene completamente enamorado. Tiene esa mirada que desarma, tiene ese carácter que desestabiliza, tiene lo que hay que tener, vamos.


Sin embargo Don Draper es mucho más claro, sí podría decir que es una buena persona, pese a que engañe a su mujer, sea despiadado en su trabajo, los guionistas han conseguido lograr un muy buen personaje con el que nos podemos identificar y al que queremos incondicionalmente, lo ha pasado mal y está pagando por todos sus errores, pobre hombre.


Peggy Olson, es sin duda otro claro ejemplo de personaje gris. La secretaria ascendida a ejecutiva de cuentas, que parece no tener corazón en muchas ocasiones. Ha pasado de ser una don nadie a ser respetada como mujer y como profesional. No debemos olvidar que Peggy ha tenido un hijo y lo ha entregado en adopción. Me sucede lo mismo que con Betty, no sé si es buena persona, pero me ha enamorado.


Y la guinda del pastel en cuanto a excelentes personajes femeninos en “Mad Men” lo pone la jefa de secretarias Joan Holloway. Es explosiva, con mil armas de mujer y es extremadamente eficaz en su trabajo. Desde el minuto cero te seduce y te lleva a su terreno. Ha tenido una relación clandestina con su jefe y ahora está casada con un aspirante a cirujano que espero nos tenga muchas sorpresas guardadas. Porque ya ha demostrado en alguna ocasión que tiene la mano y la lengua demasiado suelta hacia su esposa.


Pero no sólo las relaciones personales parecen romperse en esta etapa. Si no que la estabilidad laboral de la que hasta ahora gozaban todos se desmorona. Deciden comenzar de cero montando una nueva empresa y robar las cuentas que hasta ahora llevaban. No sé hacia donde nos puede llevar esta nueva trama, pero ya tengo en mi cabeza la imagen de que va a ser algo grande y que nos haga remover, al estilo “Mad Men”.

En definitiva, si alguien me preguntase qué es para mí la perfección en la ficción televisiva, diría sin dudar: “Mad Men”. Es drama, es emoción, es corazón, es pasión. Es sin duda, lo mejor. Inmediatamente me pongo a ver la cuarta temporada y espero con ganas el estreno de la quinta, porque si la calidad se mantiene a estos niveles, auguro que voy a disfrutar y emocionarme mucho, quizás demasiado.

jueves, 26 de mayo de 2011

GLEE - New York, New York



Y la segunda temporada de “Glee” llega a su fin y lo hace con el capítulo que todos llevamos dos temporadas esperando: el coro llega a New York para luchar por el primer puesto en el Campeonato Nacional; un sueño que todos hacen realidad y que explicitan a través de Rachel Berry en un arranque del capítulo realmente bueno.



Y lo hace con un capítulo muy especial. Si bien esta serie es musical, la primera parte del capítulo 22 de la segunda temporada es un musical en sí misma. Recupera la estética más clásica de los musicales de Broadway y qué mejor escenario que la ciudad de NY. Aún no puedo quitarme de la cabeza la imagen de Rachel y Finn paseando por las calles neoyorquinas seguidos por varios de sus compañeros tocando la banda sonora. Y es que esta serie es eso, es fantasía y es música y con ello han jugado hasta el último momento.



Y como final de temporada no sólo deben dar cierre al resultado de los nacionales, si no que deben cerrar las tramas de todos los personajes.

En primer lugar tenemos a Will Schuester, el capitán del coro. Su sueño siempre había sido volver a subirse en los escenarios de Broadway y aprovecha el viaje para poder firmar un contrato, decisión de la que se arrepiente a última hora, porque como é bien se ha hartado de repetir siempre, en el coro son como una familia y deben formar equipo pase lo que pase.

Después tenemos la interminable relación de Rachel y Finn, que a mí personalmente ya me empieza a cansar, tanto tira y afloja no es normal, y ¿todo para qué?: para que en el medio de la actuación se den un morreazo delante de todo el público. Sí, es muy bonito, pero no es nada del otro mundo y lo prolongan hasta la saciedad, parando la música y girando alrededor de ellos, en fin… esperemos que en la tercera temporada no tiren tanto de esta relación y exploten los demás personajes como se merecen…



Después tenemos la otra relación, la de Kurt y Blaine. La pareja homosexual de Glee, que como las demás no ofrece nada nuevo tampoco. Después de mil altibajos típicos, de yo me engancho de ti, tú pasas de mí, tú te enganchas de mí y yo paso de ti; al final comienzan una relación que se consolida capítulo a capítulo. A ver si los guionistas de Glee, que van de tan revolucionarios se atreven un paso más y exploran esta relación como se merece en la tercera temporada.



Después tenemos la otra relación homosexual de Glee, esta vez de chicas. Ellas son Santana y Brittany. La primera es una homosexual en el armario que no quiere dañar su reputación de chica facilona (cosa que no acabo de entender) y la segunda es Brittany, la tonta e ingenua del instituto, totalmente colgada por Santana, pero totalmente colgada también por Artie (el minusválido del grupo). Aquí lanzo también un órdago, y es que espero que exploren este trío y creen tramas de esas a las que nos tenían acostumbrados cuando empezó Glee.

Y ya para acabar el recorrido por los personajes más importantes, tenemos a Mercedes y Sam. Aquí nos la han colado los guionistas, ningún solo indicio a lo largo de la temporada y ¡Pam!, en un segundo nos plantan a dos tortolitos y ale, ya tienen una trama abierta para la segunda temporada, no sé, no sé, esperaba más.

Y llegamos al final de la trama arco de la temporada: el concurso nacional de coros. Y como no podía ser de otra manera, no lo ganaron. Sería muy fuerte que este tipo de serie nos vendiese un final feliz en el que todos ganan, aún así algo en el fondo de mi corazón esperaba que este grupo de inadaptados consiguiesen al fin vencer en algo; aunque ese 12º puesto ya sabe a victoria para ellos.



A mí esta serie me ha entrado muy bien, pero poco queda ya de la comedia hiriente de la que presumían en sus inicios. Los guiones cada vez son más lights y menos comprometedores. Espero que la tercera temporada sirva para reencontrarse con sus orígenes, aunque yo seguiré siendo un fiel seguidor, porque las versiones de las canciones de todos los tiempos me tienen conquistado.

martes, 24 de mayo de 2011

SHAMELESS - ¿Británica o Americana? : ¡¡BRITÁNICA!!

Versión Británica
Hacía tiempo que le tenía ganas a esta serie, pero hasta que no llegase el parón de verano no podía ni planteármelo, a veces creo que necesitaría días de 48 horas. Pues bien, ese día ha llegado y por fin hoy me puse el piloto de “Shameless” y claro, llegaba la duda: ¿Versión británica o Versión Americana?
No es un secreto que las series británicas son de muy elevada calidad, pero también lo son las series americanas de Showtime, así que, ¿qué mejor forma de salir de dudas que viendo los dos pilotos?

Versión Americana
Por orden cronológica, primero me puse el capítulo británico, que se estrenó en Enero del 2004 y sólo puedo decir que me quedé sin palabras, es brillante. Después me puse el capítulo de la versión americana, que es de Enero del 2011, vamos de principios de este año y qué sorpresa cuando empezó y me di cuenta de que estaba viendo exactamente lo mismo, hasta con diálogos calcados de la original y es aquí cuando vino la decepción con la versión americana.

Me imaginaba una historia parecida, con unos personajes parecidos y unas situaciones parecidas, pero es que los guionistas americanos parece que agarraron el capítulo de la original y lo fotocopiaron. La única diferencia, que el capítulo de la versión americana dura unos diez minutos más, tiene un par de escenas nuevas y algunos mínimos cambios en los personajes y los diálogos, pero nada más.

Está claro que estamos hablando de siete años después, por lo que es cierto que la versión americana se diferencia de la británica en cuanto a imagen. Es un poco más innovadora a la hora de colocar la cámara y a la hora de atreverse con pantallas partidas y acciones que se ralentizan ayudando a crear dramatismo. Y también es cierto que la versión de Showtime está un poco americanizada, pero… ¿De verdad que esto es suficiente para crear una seña de identidad propia?

No sé cómo avanzan ninguna de las dos series, pero visto lo visto no me extrañaría nada que la versión americana siguiese paso a paso la versión británica creando una especia de copia siete años después.

Frank Gallagher: Británico
“Shameless” nos narra la historia de Frank Gallagher, un hombre alcohólico que tiene seis hijos. Bueno, en realidad nos cuenta la historia de seis hijos que tienen un padre alcohólico, porque el padre está tan ausente a lo largo del capítulo que no cobra especial protagonismo, aunque en la versión americana le dan un poco más de importancia, pero sin llegar a ser nada del otro mundo.

Frank Gallagher: Americano
En cuanto a los hijos, tenemos en primer lugar a Fiona. Es la mayor y por lo tanto se ha convertido en madre de cinco niños sin haberlo planeado. Es madura y es responsable. Pero no sé, mientras que la Fiona británica me ha conquistado desde el minuto cero, la americana no acabo de creérmela. Se ve más mayor, más adulta y no tiene el punto inocente de la británica, que es más dulce e inocente. La Fiona americana es una especie de “poligonera guarrilla” y la Fiona británica es una adolescente adorable y tierna.

Fiona y Steve : Británicos
Después tenemos a Steve, que es el chico que conoce Fiona en el capítulo piloto y que le trastoca todo su mundo. La chica que tiene miedo a enamorarse y que no puede evitar caer bajo el encanto de esa especie de príncipe azul del siglo XXI. Y volvemos a lo de antes: el Steve británico es mucho más adorable que el americano. No sé si es mi imaginación, pero los adolescentes de la serie británica lucen todos mucho más jóvenes y vulnerables que los de la versión americana, por lo que es mucho más fácil para mí identificarme con ellos.

Fiona y Steve: Americanos
Después, en cuanto a hijos con una cierta relevancia en la serie encontramos a Ian y Lip. Estos chicos son una especie de hermanos y mejores amigos y ya en el piloto deben de enfrontarse a sus verdaderos problemas y miedos, dejando mucho de su vida privada al descubierto. Lip descubre que su hermano Ian es gay y aunque su primera reacción es el rechazo, el amor de hermanos va dejando paso al entendimiento y a la comedia entre ambos. Y es aquí cuando vuelvo a lo mismo, los chicos británicos son mucho más vulnerables que los americanos, son más dulces y parece que se vayan a romper en cualquier momento.

Realmente “Shameless” nos ofrece a los espectadores un mundo muy interesante, bien diseñado y orquestado, que tiene todo lo necesario para hacer que nos removamos por dentro. Yo ya estoy deseando seguir empapándome de la familia Gallagher, pero si debo elegir, lo haré con la versión británica.

La familia Gallagher de Manchester parece más frágil, el padre está mucho más perdido y los hijos parecen mucho más vulnerables. Además, el universo que nos muestra es mucho más oscuro que la opción de Showtime. La ciudad parece más gris, la casa parece más apocalíptica. Tengo la sensación de que los americanos han hecho una versión mucho más limpia y eso, para mí, le resta mucho dramatismo y hace que pierda en credibilidad. Quiero seguir removiéndome y quiero hacerlo con un producto auténtico y potente que refleje lo más fielmente posible lo decadente que es la vida en la familia Gallagher.

miércoles, 18 de mayo de 2011

DESPERATE HOUSEWIVES - Juntas de nuevo y unidas por un gran secreto

CONTIENE MUCHOS SPOILERS



Con un episodio doble, la séptima temporada de “Desperate Housewives” llega a su fin. Y lo hace por todo lo alto. La verdad es que esta serie pasó por un par de temporadas no demasiado buenas, pero las dos últimas y en especial la séptima, han relanzado a las Mujeres de Wisteria Lane al lugar donde se merecían estar y es que esta serie es un claro ejemplo de cómo un producto televisivo que se auguraba acabado puede renacer de sus propias cenizas y elevarse el listón.

Para comenzar, al final de la sexta temporada, un viejo conocido del barrio regresa: Paul Young. No sabemos lo que viene a hacer ni qué busca, pero es una forma extraordinaria de acabar una temporada. Cuando la séptima comenzó, Paul Young es el encargado de mantener la línea argumental durante toda la temporada; no olvidemos que cada temporada de esta serie avanza hacia la resolución de un enigma, que suele venir marcado por una nueva familia o persona que llega al barrio. Así, además de tener las aventuras de las protagonistas, también tenemos algo que las une a todas y que nos acompaña durante toda la temporada a modo de hilo argumental.

El primer capítulo de este fin de temporada sirve para que las cuatro protagonistas más la nueva adquisición de la serie (Renee Perry) avancen hacia su desenlace y hacia el punto que las marcará para comenzar en la octava, pero sirve principalmente para cerrar la trama arco de la temporada (El enigma de Paul Young y Felicia Tilman).



Paul y Felicia tienen muchas cuentas pendientes que por fin parece que los guionistas han decidido cerrar, aunque nunca se sabe… porque aunque se intuye que Felicia ha muerto en un accidente de coche por culpa de las cenizas de su hija, esto no ha quedado del todo confirmado y puede ser que la resuciten de nuevo para seguir dando guerra.



Felicia ha conseguido a medias lo que quería, consigue que Paul confiese que ha asesinado a su hermana, pero no consigue matarlo, que es su gran objetivo, veremos si tiene otra posibilidad de hacerlo o la entierran para siempre.

Por otra parte, Paul Young ha evolucionado mucho a lo largo de la temporada y ha pasado de ser un personaje mezquino, oscuro y solitario a mostrarnos su parte más humana, que queda confirmada con su declaración final cuando se entrega a la policía y se culpa por el asesinato de la hermana de Felicia. Tengo la sensación de que con este final han cerrado el ciclo del personaje y en principio no creo que vuelva más, pero repito de nuevo, con esta serie nunca se sabe…



Ahora voy a pasar al segundo capítulo de este cierre de temporada, que han utilizado para cerrar el arco de temporada de cada una de las protagonistas y colocarlas en un punto comprometido para que tengamos ganas de ver la siguiente temporada.

El capítulo comienza con una breve introducción en la que se nos habla de una cena y de un asesinato, a través de unos flashazos de imagen y de la voz en off de Mary Alice nos ponemos en situación: hay un cadáver que alguien oculta. Y así retrocedemos a dos días antes.



Empezaré a hablar de las “desesperadas” una por una. En primer lugar, y la menos importante, la nueva; Renee Perry. Sigo pensando que este personaje no tiene un arco muy definido y que no deja de ser anecdótico. No le ha pasado gran cosa a lo largo de la temporada y no ha servido para mucho más que añadir un carácter nuevo al grupo de “desesperadas” y establecer un poco de tensión entre ellas y desestabilizar el matrimonio de Tom y Lynette. De Renee poco sabemos, a parte de que es vanidosa, rica y recién divorciada y de eso trata su final de temporada. Su marido ha conseguido rehacer su vida y se va a casar, en un intento desesperado ella se agarra a lo primero que tiene a manos: el alcohol y el barman, con quien empieza y termina una “relación” en el mismo capítulo. Me parece bastante facilón y desluce el resto del episodio.



En segundo lugar nos encontramos a Bree. Debo decir que desde siempre siento especial debilidad por este personaje, es mi “desesperada” favorita y aunque en esta temporada no haya estado especialmente lucida, creo que aún puede dar mucho de si. Bree ha dejado de ser tan perfecta, se ha ido quitando las ataduras poco a poco y aunque conserva muchas cosas de su pasado ya no es tan recta como antaño. Sus cenas son las mejores y su casa siempre está impoluta, pero se ha abierto a hacer locuras, algo que la ha rejuvenecido especialmente. En estos últimos capítulos ha conocido a un hombre y está comenzando una nueva relación, veremos cómo evoluciona esto.



En tercer lugar nos encontramos a Susan. Tras una temporada con una suerte nefasta, parece que la vida le vuelve a sonreír. A lo largo de los capítulos de la séptima temporada la hemos visto tener que abandonar su vieja casa por problemas económicos, trabajar limpiando la casa semidesnuda para que la vean por webcam, perder su trabajo en el colegio y perder un riñón, hasta el punto de verse al borde de la muerte. Pero por fin ha conseguido un riñón, ha conseguido dinero y vuelve al barrio, ahora las cuatro (más Renee), vuelven a estar juntas.



En cuarto lugar, está Lynette. Creo que este personaje es uno de los que más ha perdido en esta temporada. Han tenido un nuevo hijo, ha visto cómo Tom consigue un muy buen trabajo y ella se queda relegada a un segundo plano en la casa y esto les ha pasado factura, es por eso que en el final de esta temporada, ambos toman la decisión de separarse. Espero que esto no dure mucho, porque si hay una pareja que me gusta especialmente en Wisteria Lane es la de ellos. Les hemos podido ver pasar por tantas situaciones difíciles que espero que esto lo puedan superar.



Y ya por último voy a hablar de Gabrielle. Ella ha pasado momentos especialmente complicados en esta temporada. Ha descubierto que su hija no es realmente su hija, si no que se la cambiaron al nacer, se ha obsesionado por su hija biológica y cuando la pierde, la remplaza por una muñeca (ha vivido momentos de extrema locura que creí terminarían en un sanatorio), pero todo da un giro cuando descubrimos que ha sido violada por su padrastro cuando era una adolescente. Pues bien, su padrastro vuelve y ella tiene la dura tarea de enfrentarse a él en los dos últimos capítulos.



Ahora llega el momento en que se despide la temporada. Las cuatro “desesperadas” vuelven a estar juntas de nuevo, pero Carlos descubre al padrastro de su mujer amenazándola y desgraciadamente lo mata. Las amigas de Gabrielle llegan a casa en ese momento y es Bree la que toma la iniciativa y deciden ocultar el cadáver. Aquí tenemos ya el punto de partida para la temporada ocho, todas juntas de nuevo y más unidas que nunca: deben guardar con celo lo que ha pasado esa noche en casa de los Solís…



Por fin la comedia negra a la que nos tenían acostumbrados ha vuelto a Wisteria Lane, así como los secretos, las mentiras y el misterio en grandes dosis. Espero que sigan trabajando por ahí y los guionistas no nos decepcionen en la octava temporada, que yo ya estoy deseando que comience.

lunes, 16 de mayo de 2011

BROTHERS AND SISTERS - Los cinco hermanos llegan a su fin

SPOILERS



Es muy grande el cariño que le tengo a esta serie, por eso cuando me enteré de que ABC había decidido cancelarla y dejarnos sin sexta temporada no me atrevía a ver el capítulo final por si lo dejaban abierto y con miles de intrigas. Pero no, lo han cerrado, aunque para hacer ese final tan patético, casi prefería quedarme pensando qué pasaría en una supuesta temporada seis.

El capítulo comienza con una de las típicas llamadas entre los miembros de la familia Walker, aunque esta llamada es una de las mejores que recuerdo nunca, varios frentes abiertos y todos y cada uno de los miembros participan en ella.

Estaba claro que la temporada iba a acabar con la boda de Sarah, evento que llevan preparando media temporada, pero me esperaba algo mejor y más impactante, no una simple boda en la que la novia se agobia, sale a tomar el aire, charla con su padre (persona que acaba de conocer y confirmar que es su padre) y al final lo acepta como tal y él la conduce al altar vestido con camisa de cuadros y vaqueros (es demasiado cutre para una serie que ha estado cargada de tantos y tantos momentos mágicos).



Y es que los guionistas no se han tenido que romper demasiado la cabeza para cerrar todos los frentes abiertos. Sarah recupera la estabilidad amorosa y familiar con su segundo matrimonio con Luc. Kitty, embarazada, comienza una nueva vida al lado de su joven novio. Justin se encuentra de nuevo con una novia del pasado y comienzan algo juntos. Nora se olvida al fin de su marido y sus engaños y vuelve al que fue su primer amor, que es además el padre de Sarah. Kevin tiene ya dos hijos y está felizmente casado con Scotty. Tommy vuelve a la boda de Sarah y recupera el contacto perdido con su familia. Y el tío Saul es ya abiertamente gay y tiene un hombre a su lado que lo quiere con locura. Todo es demasiado blanco y perfecto, muy ñoño para mi gusto…

Y ¿qué es lo que más me ha molestado de este final anticipado? La voz en off de Nora, la matriarca que cierra el círculo mirando a su gran familia reunida en la boda de Sarah bailando a son de “Born This Way” de Lady Gaga. CUTRE, MUY CUTRE.



Personalmente pienso que esta serie no merecía tal final y aunque no me esperaba nada a la altura de otras grandes series, sí me esperaba algo diferente, con más emociones y con más comedia, que al fin y al cabo es lo que siempre nos ha estado vendiendo “Brothers & Sisters”, una de las mejores comedias dramáticas de la televisión americana actual.

Cuando pueda superar un poco este shock inicial le daré la entrada que se merece a este gran producto, pero ahora personalmente no puedo. Me siento muy defraudado.

miércoles, 11 de mayo de 2011

PIRATAS - Al abordaje de una gran serie



Hacía ya tiempo que estaba esperando al estreno de esta serie, había leído mucho sobre ella y me había creado grandes expectativas en torno a ella. Sabía que se había rodado en Galicia, con un 90 por ciento de exteriores y con actores de la talla de Óscar Jaenada, Luis Iglesia o Silvia Abascal y además sabía que la habían dirigido Jorge Coira y Jorge Saavedra, por lo que mis ganas iban en aumento.

Y por fin llegó el día del estreno y en cuanto estuvo colgada en la web, ya tengo la manía de no ver nada por la televisión, me puse a verla.

A medida que avanzaba el capítulo mis expectativas se iban convirtiendo en realidad. No estamos acostumbrados a ver un producto de estas características en la televisión española (espero que “Piratas” sirva para abrir la veda) por lo que todo lo que esta serie ofrece es nuevo para un espectador que nunca ha visto nada más allá de “El Internado” o “El Barco”.

El reparto de la serie
Y es que “Piratas” ofrece aventura, misterio, traiciones, amor… y todo esto cuidado hasta el mínimo detalle. No olvidemos que podrían haberse gastado mucho menos dinero y empeñado mucho menos esfuerzo en esta serie y el producto final sería muy cutre, gracias a Dios, se han rascado el bolsillo y se lo han currado como merece.

“Piratas” nos cuenta la historia de Álvaro Mondego, interpretado por Óscar Jaenada, que es un noble embaucador con varias cuentas pendientes con la justicia a quien le encargan infiltrarse con los Piratas para poder descubrir sus planes y acabar con ellos. Este personaje magistralmente interpretado, guarda muchas similitudes con el de Jack Sparrow, protagonista de “Piratas del Mar Caribe”, incluso físicamente.

Óscar Jaenada
En cuanto a los personajes tenemos tres bloques muy diferenciados. En primer lugar están los piratas, que viven en una isla de difícil acceso y que tienen atemorizado al pueblo gallego con sus múltiples saqueos y crímenes. Los Piratas están liderados por el Capitán Bocanegra, un hombre completamente despiadado que lleva a sus hombres en la búsqueda de un tesoro, poniéndolos en peligro si es necesario. El otro personaje importante en el barco pirata es el de Carmen Bocanegra, interpretado por Pilar Rubio. Carmen es una mujer en un mundo de hombres, es ruda y muy sensual. Debo decir que no esperaba mucho de Pilar Rubio, pero tras haber visto el piloto todos mis miedos se han ido y está muy bien en su papel.

Pilar Rubio
El otro bloque de personajes lo componen Álvaro Mondego, Esteban Yáñez de Oliveira y Antón Velasco. Estos personajes son la parte cómica de la serie y aunque acaban viviendo con los piratas, por culpa de un asalto a su barco, su objetivo es diferente al de ellos, quieren escapar de allí, hasta que se enteran de que existe un tesoro y ahora es eso lo que les interesa. Creo que estos tres personajes nos pueden dar momentos muy divertidos en la serie y los van a utilizar para distender un poco en los momentos en los que la serie se ponga muy dramática.

Y por último, el tercer bloque de personajes, está formado por los habitantes de La Fortaleza. Gaspar Falcón, interpretado por Luis Iglesia, es el intendente provincial y se encarga de que se haga cumplir la ley, aunque este personaje completamente despiadado y corrupto sólo se preocupa en realidad por sí mismo. Doña Beatriz, interpretada por Luisa Merelas, es la madre de Gaspar, es una mujer muy manipuladora y aún más despiadada que su hijo, si eso es posible. En La Fortaleza también viven la esposa de Gaspar y su hermana, la oveja negra de la familia a la que le gusta provocar. 

Luis Iglesia
Y la nueva adquisición de La Fortaleza es Blanca Díaz de Andrade, interpretada por Silvia Abascal. Blanca es una mujer que acaba allí por culpa de su marido quien va a ayudar a bajar el índice de criminalidad en la zona, pero nunca llegará con vida tras el asalto de los piratas al barco en el que viajaba. Blanca, que es una mujer de carácter dulce y compasiva, debe ahora vengar la muerte de su marido y la de su hijo, a quien ella cree muerto también.

Silvia Abascal
No sé qué me irá deparando esta serie a lo largo de la temporada, pero lo que tengo claro es que estoy muy contento con el resultado final y que haya una tan alta presencia de gallegos en ella aún hace que me sienta más orgulloso.

Creo que en España se debería empezar a hacer más productos cuidados y apostar más por el riesgo y tirar menos por las típicas series adolescentes y comedias de segunda, de las que personalmente comienzo a cansarme. Es cierto que no hace falta un gran despliegue económico para hacer una buena serie, claro ejemplo de “Matalobos”, una de las mejores series en este país, una pena que sólo la podamos disfrutar en la TVG.

De momento “Piratas” ya tiene mi fidelidad asegurada para seguir viéndola, espero que no me defraude y que las aventuras del barco pirata y de La Fortaleza duren varias temporadas, siempre y cuando el nivel de la serie no baje, que en este país también deben aprender a no ser tan codiciosos y a dejar que las series mueran dignamente cuando les ha llegado la hora…

lunes, 9 de mayo de 2011

HOT IN CLEVELAND - Como deben ser las Sitcoms: Desternillantes



Por recomendación directa me puse el piloto de “Hot in Cleveland” sin ninguna referencia más y lo que me encontré superó con creces cualquier expectativa que me pudiese haber creado.

“Hot in Cleveland” no sólo me hizo reír a carcajadas antes de que pasase un minuto, si no que esas carcajadas me acompañaron durante todo el capítulo, cosa que ninguna Sitcom hasta el día de hoy había conseguido y no es demasiado fácil hacerme reír, debo decir.

Para comprobar que el piloto no había sido un simple espejismo, me puse el segundo capítulo y qué sorpresa cuando me mantuvo riendo de principio a fin, vamos, que esto ha sido un flechazo televisivo en toda regla.

La historia central de “Hot in Cleveland” no es nada del otro mundo: tres mujeres especialmente pijas que han pasado toda su vida en Chicago disfrutando de los lujos aterrizan de emergencia en Cleveland (un lugar lleno de paletos y donde las cosas se venden al por mayor). Tras pasar un primer día allí descubren que aquello les encanta y deciden quedarse; vamos, el clásico pez fuera del agua.

¿Entonces qué es lo bueno de esta Sitcom? LOS PERSONAJES. Tenemos a tres mujeres protagonistas que son simplemente brillantes. Por una parte está Melanie, recién divorciada y la primera que se enamora de Cleveland. Después tenemos a Jane, soltera y maquilladora de famosos que descubre en Cleveland que es una mujer atractiva y puede tener citas. Después tenemos a la mejor de todas, bajo mi opinión, Victoria Chase, una actriz ya mayor venida a menos y que no la llaman para trabajar excepto para hacer papeles de abuela, que descubre en Cleveland que hay gente que la reconoce y respeta. Y ya por último tenemos a la anciana Elka, la ama de llaves que viene con la casa que alquilan. Es una mujer chapada a la antigua y de pueblo que les mete mucha caña a las “chicas de la ciudad”.



Tras estas altas expectativas que me he creado con el piloto, espero que la serie no baje de nivel y me tenga enganchado, porque encontrarse con un producto de comedia de tan alta calidad es algo que no sucede casi nunca, por lo menos a mí.

jueves, 5 de mayo de 2011

HAPPY ENDINGS - ¿El inicio feliz de una nueva Sitcom?

La entrada de hoy va dedicada a una nueva Sitcom que añado a mi lista de Seriedad-eS, “Happy Endings”.


La serie, como la mayoría de las Sitcoms, narra las aventuras de un grupo de amigos, pero en esta serie en concreto, este grupo de amigos debe luchar por mantenerse unidos después de que Alex dejase plantado a Dave en el altar el día de su boda. ¿Por quién se decantará cada uno de sus amigos? ¿Serán capaces Dave y Alex de dejar atrás sus diferencias y poder seguir siendo amigos?

Es cierto, que al principio la serie no me pareció ni especialmente original ni especialmente divertida, pero a medida que avanzan los minutos, el piloto va ganando mucha fuerza y tiene varios detalles muy divertidos que consiguieron hacerme reír, cosa que la mayoría de las Sitcoms que sigo ahora ya no logran tan a menudo (excepto la brillante “Modern family”).

Esta serie nos presenta a seis amigos, tres chicos y tres chicos (esto me recuerda a Friends).

Tenemos en primer lugar a Alex y Dave, la pareja que no llega a casarse porque ella lo planta en el altar. Por otro lado hay una pareja formada por Jane (bastante neurótica) y Brad (un excéntrico personaje con gustos bastante peculiares). El grupo de amigos lo completan Penny (obsesionada con su edad y por encontrar al hombre de su vida) y Max (un gay atípico si tenemos en cuenta a lo que nos tenían acostumbradas las series y los estereotipos de homosexuales).



La serie juega muy bien con los polos opuestos y con el cambio de roles, por lo que el personaje gay no es el típico plumífero histérico y el personaje de Brad se acerca mucho más a los estereotipos homosexuales, lo cual yo creo que los guionistas aprovecharán en futuras tramas para jugar a la confusión y crear situaciones cómicas.

La serie bajo mi punto de vista tiene mucho potencial y unos personajes que se pueden aprovechar muy bien para la comedia, esperemos que trabajen duro en ello y no se quede todo en una ilusión.

Veremos cómo van avanzando las tramas y cómo este grupo de amigos es capaz de mantenerse unido, o no, a medida que avanza la temporada, pero tras el visionado del piloto de momento me han convencido para darle una oportunidad.

martes, 3 de mayo de 2011

SIX FEET UNDER - La muerte de una serie

SPOILERS



Llevaba varios días con el capítulo final de “Six Feet Under” pendiente, no por pereza, si no porque no quería decir adiós a la que ha sido una de mis series favoritas hasta el momento, y es que esta serie me ha marcado muy por encima de otras.

“Six Feet Under” se caracteriza por plasmar mejor que ningún otro producto televisivo hasta el momento la cotidianidad dentro de una familia. No estamos ante una serie plagada de acción, pero sí plagada de emoción, emociones que yo como espectador no había vivido con ninguna serie anteriormente.

Cada capítulo de “Six Feet Under” comienza con la muerte de alguien, que nos introduce en la que será una de las subtramas del episodio que se irá entremezclando con la vida de nuestros protagonistas.

En el capítulo piloto nos enfrentamos a la muerte de Nathaniel Fisher padre, quien tras su fallecimiento deja a una familia bastante desfragmentada que deben luchar por seguir con sus vidas adelante y lo más importante, mantener la funeraria (empresa familiar) a flote.

Las vidas de los protagonistas avanzan a lo largo de cinco temporadas para llegar a este capítulo final que bajo mi punto de vista (y sin haber visto “The Sopranos”) es el mejor que he visto nunca. Siguiendo la línea que llevaba la serie, los guionistas han tenido la genial idea de explicarnos cómo y cuándo mueren todos los protagonistas, dando de esta forma un cierre muy justificado a la serie.

Nate Fisher (hijo) se muere a cinco capítulos de acabar la serie y esto marca trágicamente a los personajes que reaccionando de formas diferentes no son capaces de superarlo. Para mí nada ha vuelto a ser lo mismo desde la muerte de este personaje, que ha dejado un hueco muy importante y que ha aumentado el dramatismo en los capítulos finales, presentándonos a todos los demás personajes completamente desbordados y al límite del colapso.



Ruth Fisher, uno de mis personajes favoritos. Es una mujer con un carácter muy especial, la matriarca y como tal debe ejercer. Al principio Ruth era una madre posesiva y cuadriculada que con el paso del tiempo se va desatando y dejando que sus hijos vuelen. Ruth tiene que superar la muerte de su marido y debe luchar por la reunificación familiar.  Ruth pasa por varias relaciones amorosas que la van ayudando a soltarse la melena. 



Finalmente muere en una cama, completamente anciana y rodeada por sus hijos. Recuerdo en este punto que la mayor pena de este personaje había sido no poder despedirse de Nate porque se había ido de acampada con un ex novio.



Brenda Chenowith es uno de los personajes más complicados de la serie, el que más me ha hecho pensar, es turbia, nada transparente, es egoísta, es impulsiva, es un GRAN PERSONAJE en resumidas cuentas. Brenda conoce a Nate la noche que su padre muere, los dos follan en el aeropuerto y a partir de ahí comienza una de las historias de amor más bonitas y realistas de la historia de la televisión. Los dos deben madurar con su relación y al final de todo y tras la muerte de Nate, Brenda debe cuidar a Maya, hija del anterior matrimonio de Nate, y de Willa, una niña que nace prematura y que Nate nunca llega a conocer. 



Al final Brenda se muere de anciana en una residencia junto a su hermano, el verdadero amor de su vida, y doy gracias de que los guionistas no se hayan atrevido a entrar en el incesto más que en un sueño de Brenda, porque la serie podría tornarse en algo muy raro y desagradable.



David Fisher, el hermano del medio, el metódico David. David siempre ha hecho lo que han querido sus padres, se ha quedado con el negocio familiar aunque no le gustase demasiado, se ha quedado a vivir en casa de su madre, se ha comprometido a una joven que sus padres aprobaban. Quizás David ha tenido la tarea más difícil de todos, él ha tenido que salir del armario y atreverse a llevar una relación pública con Keith y eso en casa de Ruth Fisher era complicado, finalmente ha encontrado la estabilidad en su vida, el apoyo de su familia y dos hijos un poco cabroncetes que le han hecho madurar. 



Se ha casado con Keith y se murió de viejo creyendo haber visto a su marido fallecido.



Keith Charles, el compañero de David, no es parte de la familia y eso siempre es difícil de llevar. Es un personaje rudo, ex policía y con problemas graves para aprender a controlar su agresividad, algo con lo que va trabajando junto a David. 



Se muere en un tiroteo cuando trabaja en una empresa de seguridad. ¿Irónico, no?



Federico Díaz es quizás el que lo ha tenido más difícil con los Fisher. Trabajaba con ellos, pero nunca fue uno de ellos y solamente cuando la empresa pasó por graves problemas económicos aceptaron hacerlo socio, pero siempre fue un segundón. En su casa también tuvo muchos problemas, un desliz que tuvo con una explosiva bailarina le pasó factura y su mujer lo echó de casa. 



Al final pudo recuperar su confianza y se acabó muriendo junto a ella, de viaje.



Claire Fisher es mi otro personaje favorito. La joven de la familia, la oveja negra, la incomprendida. Tras múltiples parejas que no le llevaron a ninguna parte, jugar con las drogas, revelarse a su madre, enfadarse con el mundo, probar suerte con la fotografía, conoce a Ted, el hombre que le hace asentarse y con el que finalmente se casa. 



Es la última de todos en morir y lo hace completamente anciana, en su cama, rodeada de todos los recuerdos familiares: fotos, sobre todo fotos, que su ceguera no le permite ver...



Me cuesta mucho decirle adiós a esta serie, pero confío en que alguna vez tenga ánimo de volver a retomarla y empezarla de nuevo para poder emocionarme como el primer día con la familia Fisher. Se muere la serie, pero todos y cada uno de ellos permanecerán vivos y muy vivos en mi memoria, nada sería lo mismo sin la muerte.