Rachel Griffiths - Brenda Chennoweth vs. Sarah Walker

La entrada de hoy va dedicada a Rachel Griffiths y al análisis de sus dos papeles más importantes como actriz protagonista en una serie: Brenda en “Six feet under” y Sarah en “Brothers and Sisters”.

Rachel es una de las actrices más versátiles y completas con las que me he encontrado en mis múltiples Seriedad-eS, salvando distancias claro está con la increíble Toni Collete y sus diversas personalidades en “United States of Tara”.

A cinco capítulos de finalizar el visionado de “Six feet under” he sentido la fuerte necesidad de dedicarle una entrada en el blog a Rachel, con la que tengo una cita doble en la pantalla cada vez que hay un nuevo capítulo de “Brothers and Sisters”, y lejos de mezclar personajes y liarme, asisto a un “espectáculo” de interpretación semana tras semana.

Muchos son los puntos en común entre Brenda y Sarah, pero es un abismo el que separa a estos dos personajes.

En primer lugar tenemos a una Brenda con un punto de locura muy importante, es una mujer a la que siempre le ha costado asentar la cabeza, no olvidemos que conoce a Nate en el primer capítulo en un avión y acaban practicando el sexo en el aeropuerto y a partir de ahí viene un tira y afloja que dura casi hasta el final de la serie. Digamos, que Brenda comienza muy inmadura y va madurando a lo largo de las cinco temporadas con nosotros.

Por otra parte tenemos a Sarah que arranca su periplo por “Brothers and Sisters” felizmente casada y con dos hijos, estamos por tanto ante una mujer madura, que dirige un negocio y con una vida familiar muy asentada. Todo esto se rompe cuando se divorcia de su marido y cuando un fallo muy grave en la dirección de la empresa familiar la deja fuera de ésta. Tenemos así a una Sarah muy madura y con una vida muy bien colocada a la que se le desmorona todo a su alrededor y que poco a poco se va soltando la melena, hasta que conoce a su actual prometido francés, un personaje que le ha dado mucho aire a Sarah y que le permite retomar su vida de mujer madura con un punto de locura.

Brenda es por tanto un espíritu libre que teme al compromiso y que va evolucionando hasta el punto de decidir casarse con Nate y cuidar de Maya, la hija del matrimonio anterior de Nate. Sarah por otra parte, es una mujer cuadriculada que poco a poco va rompiendo los esquemas sobre los que se asentaba su antigua vida hasta que conoce a Luc quien le ofrece una bocanada de aire fresco y aporta un punto de locura que el personaje estaba pidiendo a gritos.

Tenemos dos personajes con un punto de partida diferente y que evolucionan al revés, cada uno de ellos caminando hacia un destino totalmente diferente según sus necesidades iniciales.

Pero lo que realmente tienen estos dos personajes en común es a Rachel, que es seguramente una de las pocas actrices capaces de aportarles tanta luz y de llenarlos con tantos matices. Desde aquí espero que cuando “Brothers and Sisters” finalice haya un nuevo papel esperando a Rachel para que nos podamos seguir deleitando con su talento y con su calidad interpretativa y no caiga en el olvido con tantos otros actores maravillosos que han pasado por las infinitas series americanas.

GRAN RESERVA - La ficción española que mejora con los años

Repasando mi lista de Seriedad-eS caí en la cuenta de que hace mucho tiempo que no tengo ningún producto español entre ellas, por lo que después de pedir opiniones me decanté por poner el piloto de “Gran Reserva”.

Lo que me encontré fue algo que me esperaba y algo que me sorprendió, a partes iguales. Por una parte tenemos un poco más de lo mismo: una familia, un negocio familiar, una herencia de por medio y traiciones e intrigas que se entremezclan con mentiras y engaños. Y por otro lado tenemos una evolución muy positiva en cuanto a la realización y a la forma de introducir nuevos elementos en la ficción española, como pueden ser los flash-back.

Todos los elementos de una “telenovela a la española” se van entremezclando en el capítulo piloto. Tenemos cuatro hermanos completamente diferentes, una herencia en juego, personajes oscuros, cuernos en abundancia, un personaje que vuelve a su casa tras tres años desaparecido y lo más importante un URST que ya veremos cómo evoluciona.

Y es que “Gran Reserva” arranca con un intento de asesinato que tras ver el capítulo piloto puedo intuir que va a ser lo que dicte toda la temporada y se resolverá el misterio al final de la misma. En el piloto también tenemos la muerte en extrañas circunstancias del dueño de la empresa pequeña y la acusación de los hijos de éste a la empresa grande.

Una cosa muy interesante y que los guionistas han sabido tratar muy bien es la culpabilidad. En un muy buen capítulo piloto nos plantan un asesinato (aunque el atacado se salva) y nos plantan a muchos personajes que tienen motivos para intentar matarlo, por lo que el abanico de posibilidades se abre y el espectador lo tiene más difícil para hacerse sus quinielas. Y al final del capítulo el hombre que han intentado matar se despierta y ha perdido la memoria. Los culpables del intento de asesinato deben hacer algo para callarle la boca antes de que la recupere…

Otra cosa que funciona en estas series familiares es la lucha de poder. En esta serie la tenemos internamente en la familia a través de los propios hijos y el dominio dentro de su empresa y también la tenemos en la lucha que mantienen una empresa más grande contra una empresa modosita y que pelea por no ser absorbida por la otra.

De momento ya he añadido una nueva serie a mi lista y le daré una oportunidad, porque ha conseguido engancharme e interesarme en un capítulo piloto que planta todos los elementos que funcionan en una ficción seriada. Esperemos que no me defraude y que consiga mantener mi interés y atención a lo largo de toda la temporada y de la segunda que se acaba de estrenar.

GREY'S ANATOMY: Curada por la música

ATENCIÓN: Esta entrada contiene muchos spoilers del capítulo 7x18

Si me preguntase por qué aún sigo “Grey’s Anatomy” no sabría darme una respuesta coherente. Está claro que esta serie ya no es lo que era y no solo eso, está a años luz de las brillantes primeras temporadas. Pero sigo viéndola principalmente por todo aquello que me ha dado y que espero volver a ver en algún momento de nuevo, pero eso nunca pasa.

Muy lejos quedan los capítulos que dejaban sin respiración como el de la famosa bomba sin explotar en el cuerpo de un paciente o en el que Izzie se juega su trabajo por conseguirle un corazón nuevo al paciente del que se había enamorado (Denny Duquette).

Y es que esta serie ya no es lo mismo desde hace un par de temporadas, la carga dramática que caracterizaba las tramas de todos los capítulos ha ido decayendo dejando paso a un culebrón hospitalario en el que creo que ya no queda nadie que no se haya enrollado con todos sus compañeros de trabajo o al menos mantenido una tensión sexual insoportable.

La marcha de Izzie (para mí uno de los mejores personajes de series que haya visto hasta ahora) y de Addison Montgomery (la ex del doctor Shepherd) han hecho mucho daño. Nunca podré olvidar lo magnífica que fue la temporada del tumor de Izzie que a muchos nos emocionó y nos tuvo enganchados para ver cómo acababa todo.

Y es que “Grey’s Anatomy” se ha caracterizado principalmente por la fuerza dramática de todas sus tramas y por la riqueza de sus personajes, muy bien trabajados. De hecho si algunos se han ido desdibujando han sido los protagonistas. Muy lejos queda también la Meredith Grey gris, un personaje que nunca sabías si venía o iba y al que odiabas y amabas a partes iguales, pero que ha ido desapareciendo y que ahora tiene un peso mínimo en la serie.

Y en el capítulo 18 de la temporada 7 los guionistas se arriesgan y nos sorprenden con un capítulo musical. Y vaya si nos sorprenden. Cuando me enteré de la noticia me puse a imaginar cómo sería un posible capítulo cantado de “Grey’s Anatomy” y desde luego nada de lo que vi me había pasado por la cabeza.

Había montado en mi mente un capítulo mucho más blanco que este y no uno tan cargado de tensión ni tan fuerte. No me acordaba cómo había acabado el capítulo 17 (con el accidente de Callie y Arizona) por eso cuando empezó el capítulo 18 y vi a Callie, embarazada, literalmente estampada contra el capó del coche dije: “Esto va a ser mejor de lo que pensaba”. Y así fue.

La segunda sorpresa del capítulo vino en forma de desdoblamiento. Callie se sale de su propio cuerpo y es de esta forma cómo, con una más que extraordinaria voz, va a acompañarse todo el capítulo fuera de su cuerpo y cantándose a ella misma.

La tercera sorpresa del capítulo vino con la selección de temas y así fue cómo empezaron a cantar Chasing Cars de Snow Patrol, uno de los temas fundamentales y más representativos de “Grey’s Anatomy”. Y todo esto mientras Callie agoniza sobre una camilla.

La cuarta sorpresa llegó en helicóptero, el regreso de Addison Montgomery. Aunque no le han sacado el partido que podrían haberle sacado, solamente verla en este capítulo tratando de salvar al bebé de Callie a mí ya me hizo feliz. Espero que siga volviendo a menudo, porque son bocanadas de aire fresco como esta las que necesita la serie.

Y es de este modo cómo el capítulo va avanzando y nos encontramos con un excelente Medley en el que abandonan el tono dramático llevado hasta ahora y aparece otro de los grandes pilares de esta serie (las parejas y el sexo), que ayuda a quitarle un poco de dramatismo al capítulo y que consigue que nos sonriamos viéndoles bailar y cantar, sobre todo a una desinhibida Miranda Bailey.

Pero esto es sólo una pequeña tregua, porque de la mano de How to save a life, la canción por excelencia de esta serie, asistimos al peor momento del capítulo, Callie se desangra, el bebé y ella pueden morir. Vivimos momentos de gran tensión, pero finalmente el bebé parece sobrevivir y el corazón de Callie vuelve a latir. Parece que por el momento todo sale bien.

     

Y así poco a poco llegamos al desenlace en el que Callie se vuelve loca y canta de forma sensacional The Story una canción de Brandi Carlile. Callie aparece en su propia habitación y se canta a sí misma alentándose para que se despierte. Y lo consigue, la Callie herida despierta y la Callie desdoblada desaparece.

                              

Y se acaba el capítulo con una Callie diciéndole a Arizona: “Sí, sí, me casaré contigo”. 

UPSTAIRS, DOWNSTAIRS - Al servicio de las series

                                   

Siguiendo la línea que me abrió “Downton Abbey” y tras fervientes recomendaciones de mucha gente, me he decidido a ver el capítulo piloto de “Upstairs, Downstairs” (Arriba y Abajo en España).

“Upstairs, Downstairs” es una serie británica que estuvo en antena desde el año 1971 al 1975. Al igual que en “Downton Abbey” se narran las aventuras de una casa de ricos, lo que pasa arriba (representado por los dueños) y lo que pasa abajo (representado por el servicio).

En el primer capítulo, la trama se centra principalmente en el “abajo”. Llega una nueva criada a trabajar y entra en periodo de prueba. La mayoría de sus compañeros desconfían de ella y no les agrada en absoluto. La chica tendrá que hacerlo lo mejor que pueda para conseguir ganarse el cariño de todos y conseguir el nuevo trabajo.

Al menos en este primer episodio me he quedado con ganas de saber más de los de “arriba”, que por cierto aún no los conocemos, a excepción de la señora y poco se nos ha mostrado de ella.

En este piloto, hay escenas increíblemente largas como el momento en el que los criados comen todos juntos, en las que el peso de la misma se carga sobre los diálogos y lejos de resultar pesada es una escena muy buena que consigue atrapar en todo momento. Probablemente esté muy acostumbrado al ritmo que se impone hoy en día en la televisión donde todo es acción y las escenas se van sucediendo unas tras otras a gran velocidad, por aquello de atrapar al espectador, pero esta es un claro ejemplo de cómo atraparnos sin recurrir a un ritmo desorbitado.

De momento, y a la espera de ver cómo va avanzando, ya he añadido “Upstairs, Downstairs” a mi lista de Seriedad-eS y ahora que han decidido retomarla y hacer un remake quiero ponerme al día para pillar los nuevos capítulos.